-SESIÓN 12
Batalla de esperanza
Durante esta sesión, había
muchos niños y padres dentro de la sala de quimioterapia, la sala estaba tan
llena que logré encontrarme con un niño que había encontrado en la sesión
anterior y con una niña que no veía hace mucho tiempo, ella había cambiado
mucho, y la madurez que aparentaba era grandiosa, ello hasta que uno comienza a
hablar con ella, y su inocencia queda descubierta, dejando de lado toda aquella
madurez que parecía llevar consigo.
Hoy día, realicé algo muy
divertido. Un niño y yo terminamos haciendo una competencia de diversos juegos
de cartas, pupiletras, dominós y memoria. Al final la competencia quedó 4 -2,
resultado que me contenta.
Verdaderamente, a mí no me
gusta perder a propósito, así que tampoco dejaría que mi nuevo amigo me ganara
con facilidad, en realidad sabía que probablemente lo “correcto” sería dejarlo
ganar, pero eso no fue lo que hice porque sabía que él sí podía vencerme, pero
nunca se sabría, si ni siquiera confiaba en su capacidad o lo dejaba hacerlo.
Adicionalmente, como no me agrada la idea de perder a propósito, no me gusta
ganar cuando la persona con la que juego no ha dado lo máximo de sí, entonces
no me gustaría tener en la consciencia que él niño simplemente ganó porque yo
no le quise ganar. La mejor forma de perder es cuando sabes que la competencia
ha sido justa, y esa es la razón por la que no dejé que el niño me ganara, aún
así, él terminó venciéndome, pues él era muy hábil en lo que jugamos.
No me arrepiento de
perder, la cara del niño al ganar fue muy especial, no podría imaginarme esa
cara si yo le hubiera regalado la victoria. Sus ganas de seguir jugando es algo
muy valioso que él no puede perder. Esas ganas de no dejarse vencer, es lo que
lo llevará adelante en la vida, y la vida no le regalará victorias con facilidad
si él no las lucha con toda su fuerza.
Finalmente, me gustaría
concluir diciendo que esta sesión me ayudó a darme cuenta que las personas no
debemos perder la perseverancia y compromiso, esto con cada situación que
enfrentemos en la vida. Nunca debemos rendirnos, esto sin importar la magnitud
de la situación que enfrentemos, sea un simple juego para niños o una
enfermedad como la que estos niños atraviesan. Y todo ello porque en la vida
cada batalla es importante.
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