-SESIÓN 7
Mi primera experiencia en INEN
Esta fue la primera sesión en la cual comenzamos a
participar en el proyecto colaborativo de CAS, en mi caso, puedo decir con
mucha alegría que me tocó asistir al hospital INEN (Instituto Nacional de
Enfermedades Neoplásicas), en donde logré atravesar por muchas experiencias y
sentimientos nuevos que solo los entendí gracias a esta experiencia.
Este proyecto consiste en realizar una labor
social en el hospital INEN, en cual logremos darle un momento de alegría tanto
a los niños como a los padres de ellos, pues evidentemente se encuentran en una
situación muy difícil, en la cual lo primero que necesitan es apoyo y fuerza,
ello como consecuencia de la enfermedad, cáncer, la cual trae mucha tristeza al
mundo por una parte, y por otra enciende el sentimiento de esperanza, lucha en
las personas que tienen ese valor tan respetable y admirable de hacer frente a
la enfermedad.
En primer lugar, cuando me enteré que yo formaría
parte de este proyecto me sentí muy contenta, bastante contenta, pues sabía que
tendría la oportunidad de llevar a cabo una actividad completamente nueva, en
la cual lograría ayudar a personas que verdaderamente necesitan de otras para
poder sobrellevar la terrible situación que les ha tocado vivir, entonces,
desde ese momento enfoqué todos mis esfuerzos para que la actividad salga de lo
mejor, por ello me comprometí por completo con el proyecto. Para lograr ello,
mis compañeros de proyecto, nuestra miss y yo debimos reunirnos en algunas
clases y así establecer qué actividades llevaríamos a cabo y qué materiales
utilizaríamos para ello. Durante estos momentos llegamos a la conclusión de que
llevaríamos dibujos y origami para los niños.
En segundo lugar, la actividad procedió de la
siguiente forma:
El día que debíamos asistir a INEN, me sentía muy
ansiosa. Estaba emocionada, no podía esperar más para que la actividad
comenzara, al mismo tiempo, me sentía un poco perdida porque no sabría qué
debería esperar, no sabría cómo reaccionarían los niños al vernos, y menos
sabía cómo reaccionaría yo, no sabía si querría llorar o solo sonreír a los
niños para que ello no noten la gravedad de su situación; sin embargo, durante
todo el lapso de tiempo antes de la actividad, sabía que probablemente
lloraría, porque como todo ser humano, soy sensible ante estas situaciones, a
pesar de ello, yo quería negarme a llorar, me negaba a llorar, dado que no
quería que los niños se dieran cuenta que estaba triste, entonces me propuse a
ser lo más fuerte para ellos, claro que eso sería sumamente difícil, y yo era
consciente de ello, así que tenía que estar bien preparada.
Comenzando la clase de CAS, todos nos dirigimos al
bus, en el bus estábamos preparando los últimos detalles de la actividad, pues
queríamos que todo saliera los más perfecto posible, el tiempo pasó rápido, y
de pronto habíamos llegado al hospital, tenía una infraestructura imponente,
era muy grande y en el ambiente se podía sentir mucha tensión, muchas personas
con caras de angustia, enojo, tristeza, pero siempre con algo de fe y esperanza. Otras personas en el exterior del hospital
tenían una cara de relajación, una cara que simplemente expresaba paz y
tranquilidad, probablemente se sentían aliviados porque las cosas estaban
mejorando de cierta forma, o porque habían recibido buenas noticias. Una vez
que entramos en el hospital, nos dirigimos al último piso, piso en el cual
trabajaríamos. Lo primero que vi al entrar fue a un niño, era un niño que se
veía cansado, pensé que sería un hermano de algún niño en tratamiento que
estaba esperando lograr verlo con muchas ganas, pero no era así, este niño que
vi no tenía pelo, ante lo cual comprendí su situación, y sentí bastante,
bastante tristeza, pero sabía que debía ser fuerte, no por mí, sino por ellos.
Proseguí caminado por un pasillo, lleno de gente, de repente entramos en una
sala que decía “Aprendo contigo”, ahí nos explicaron qué materiales nos
brindaba el hospital, ello de una forma bastante amable y amena, algo que me
hizo sentir relajada. Posteriormente, nos dijeron que tres de nosotros, íbamos
a entrar a un salón de quimioterapia, cuando lo hicimos encontramos alrededor
de nueve niños, algunos despiertos, otros durmiendo, pero todos con un catéter
conectado a sus venas, catéter que introducía esta sustancia tan extraña dentro
de sus pequeños cuerpos a través de sus delicadas venas.
Una de las cuantas personas con las que hablé fue
una niña de catorce años, parecía ser una persona muy activa y entusiasta,
recuerdo que incluso me contó que su curso favorito es educación física, y que
le gusta el colegio, pero claro, solo los recreos, no tanto las clases, lo cual
me causó mucha gracia. Ella se sorprendió mucho cuando me preguntó mi edad, y
le respondí que tenía dieciséis años, creo que pensó que era mayor. Desde el
momento que le dije mi edad se abrió más a contarme quién era ella, también
mencionó que me parezco a una de sus amigas del colegio por la forma en que
hablo, lo cual me gustó mucho porque eso significaría que podría entablar una
conversación con ella que podría hacerla sentir cómoda. Lamentablemente,
después de unos minutos de conversación con ella y su mamá, ella tuvo que
retirarse, y ahora espero con ansias poder lograr a verla.
Otros niños que conocí fueron Joselyn, DR,
Gianella, entre otros, ellos tenían desde algunos meses hasta catorce años.
Una de mis preocupaciones es haber entrado en esa
sala, y nunca más ser capaz de volver a ver sus caras llenas de inocencia y
vida, porque esta sala es ambulatoria, ellos no están ahí todos los días a
veces vienen y van, y considerando que solo vamos los viernes, de verdad espero
volver a poder verlos y conocerlos mejor.
Todo ello me ayudo a comprender que, la forma en
que ellos se sienten o la actitud que ellos tienen frente a la vida, no es la
misma con la forma en que nosotros los vemos, todos luchan en contra de esta
enfermedad de manera distinta, algunas con penuria, pero otras con un optimismo
desbordante, algún con cansancio, otros con energía, pero todos con persistencia.
Hasta ahora, esta enfermedad me da mucha
tristeza, me gustaría hacer todo lo posible por hacer que estos niños no la
tengan, pero es algo inevitable, entonces me gustaría hacer todo lo posible
para que esta no sea dolorosa, y creo que por ahora lo más que puedo hacer es
brindarles mi tiempo, alegría y de lo que disponga, porque ello es algo que
tanto los niños como los padres aprecian. Tiempo, es algo muy importante en
todos los sentidos para ellos, tiempo es lo que necesitan, y eso es lo que
pienso darles.
Finalmente, me gustaría decir que ahora me parece
impresionante como es que una vista como esta puede cambiar toda tu percepción
de la vida de un instante a otro, lo que antes parecía insignificante, ahora es
importante, y viceversa.
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