-SESIÓN 11
¿Un mundo de oportunidades?
En el transcurso de esta
sesión, me percaté de que el ambiente estaba mucho más alegre, había más
actividad lo cual me sorprendió, muchos niños se veían con ganas de trabajar y
de realizar actividades nuevas.
Este día logré conversar y
jugar la mayor parte del rato con una niña no mayor de 10 años, ella se veía
realmente proactiva, dado que, era ella quien me pedía material de trabajo,
juegos e incluso cosas nuevas que aprender. Ella se veía muy animada, recuerdo
que me pidió que le enseñara a escribir, algo que ciertamente nunca he hecho,
yo se leer y escribir, pero sabía que enseñarle a alguien a hacerlo era algo
diferente. Aun así, le dije que sí le ayudaría, pues no podía negarme a ello,
teniendo en cuanta que ella es una niña con tantas ganas de aprender, yo no
podía ser ese límite que le impida seguir soñando.
Una vez que le comencé a
enseñar a escribir, me sorprendió la rapidez con la que comprendía y memorizaba
el sonido y la manera de trazar las letras, entonces, me percaté de que muchos
niños que están ahí posiblemente tienen talentos o habilidades que lamentablemente
no pueden desarrollar, por lo cual me gusta poder tener la posibilidad de enseñarles
lo que yo sé.
Algo interesante del
momento que pasé con ella, fue que a pesar de todo lo que estaba pasando se
preocupaba mucho, mucho por su familia, pues en un principio, yo le hice una
ranita de origami, y luego me pidió otras dos más para su familia, lo cual me
sorprendió mucho y también admiré.
Otro de los hechos que
viví hoy, fue el encuentro con un niño que era ciego, pero aún así se veía con
ganas de conversar, no se veía para nada triste, hecho que me alegró mucho.
Finalmente, hoy me encontré
con otro niño que también era ciego, que también era autista según lo que logré
conversar con su mamá. Desafortunadamente, hoy no tuve el tiempo necesario para
hablar con él, pero espero poder hacerlo en otra ocasión si es posible.
Para concluir, me gustaría
decir que estoy feliz con el aprendizaje con el que regreso a mi casa después
de esta jornada. Hoy sé que la mejor medicina al peor problema es un a buena
actitud, por más repetitivo que esto suene, es la verdad, y uno solo lo llega a
comprender hasta que lo ve. Por esto me gustaría decir que hoy día he notado
que una de mis debilidades es no ser audaz porque a contraste de estos niños existen muchas situaciones
de mi vida que no soy capaz de enfrentar con determinación y sensatez.
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